Una Empresa de Trabajo Temporal (ETT) es una entidad que actúa como intermediario entre las empresas que necesitan personal temporal y los trabajadores disponibles para cubrir esos puestos. La ETT se encarga de contratar a los empleados y, una vez seleccionados, los cede temporalmente a las empresas para que trabajen en ellas. Este tipo de contratación es comúnmente utilizado para cubrir necesidades laborales específicas, como ausencias, incrementos estacionales de demanda o proyectos a corto plazo.
Las ETT no solo gestionan la selección de personal, sino que también se encargan de la administración de los contratos, los pagos, y las obligaciones fiscales y laborales que corresponden a los empleados. Esto permite a las empresas beneficiarse de un flujo constante de trabajadores calificados sin tener que involucrarse en procesos de contratación complejos o asumir riesgos laborales a largo plazo.
Las ETT se especializan en identificar los perfiles más adecuados para cada puesto de trabajo, lo que asegura que las empresas encuentren al candidato ideal para sus necesidades temporales, ahorrando tiempo y recursos en el proceso de contratación.
Ejemplo práctico:
Imagina que una empresa está experimentando un aumento significativo en la demanda de sus productos debido a la temporada navideña. Una ETT puede proporcionar rápidamente trabajadores temporales para cubrir este aumento de trabajo sin que la empresa tenga que realizar una contratación a largo plazo, lo que le permite mantener su operación sin inconvenientes.
Crear y gestionar una Empresa de Trabajo Temporal (ETT) implica cumplir con ciertos requisitos legales y administrativos. Cada país tiene su propia normativa, pero los principios son similares en todos los casos. A continuación, detallamos los requisitos básicos que suelen ser necesarios para crear una ETT:
Es fundamental cumplir con todos estos requisitos para evitar sanciones y garantizar un funcionamiento legal y ético de la ETT.